Ciertas lesiones en el cuello, cerebro y médula espinal tienen el potencial de resultar en síntomas duraderos, discapacidad permanente o incluso la muerte. Las causas comunes de lesiones de la médula espinal incluyen accidentes automovilísticos, negligencia médica, productos defectuosos y accidentes laborales.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) reportaron más de 64,000 muertes relacionadas con el TBI en Estados Unidos en 2020. Las lesiones cerebrales se manifiestan en una variedad de formas que incluyen, entre otras, pérdida de conciencia o memoria, confusión o desorientación, alteraciones visuales, epilepsia, trastornos del sueño, problemas del habla y del lenguaje, dolores de cabeza, vómitos, fatiga o mareos, depresión, convulsiones, náuseas, cambios de humor o cambios de humor, mala atención o concentración, y problemas con la función ejecutiva.
Hay aproximadamente 18 mil nuevas lesiones medulares cada año en Estados Unidos según la Escuela de Medicina Miller de la Universidad de Miami ubicada en Miami, Florida. La médula espinal se encarga de transmitir la comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo. Un trauma o lesión en la médula espinal podría resultar en la pérdida de comunicación entre el cerebro y partes del cuerpo y, por lo tanto, a menudo va acompañado de movilidad o pérdida sensorial.
Este tipo de lesiones generalmente resultarán en la necesidad de tratamiento médico a largo plazo. Esta es la razón por la que quieres hablar con un abogado quien puede ayudarle a obtener la compensación necesaria para asegurar la tranquilidad de su futuro.
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